Nada de lo que haga o deje de hacer, el ex presidente del Perú, Alberto Fujimori Fujimori, con el propósito de oponerse a la acusación fiscal, que lo sindica como responsable de las matanzas de los Barrios Altos y de
Por lo pronto continuará privado de su libertad. El acusado, seguirá siendo procesado por esos delitos de lesa humanidad, y también por otros cargos de corrupción en los que se ha visto involucrado.
Podrá gritar a voz en cuello. “soy inocente y no acepto esa acusación fiscal”. Inclusive, dará de golpes a la mesa, (ya lo ha hecho). O quizá prefiera pararse de cabeza. También de acuerdo a sus antecedentes, podria tratar de echar la culpa a otras personas, (como siempre lo ha hecho cuando ha estado en dificultades). Sin embargo, en esta oportunidad, la ciudadanía confía que ninguno de esos artilugios, le sirva para eludir su responsabilidad.
Aunque el juez de la causa ha sido demasiado permisivo con el acusado Fujimori Fujimori, y le ha permitido una pataleta con discurso y todo que no sólo resulta inaceptable en cualquier tribunal que se precie de serio; sino que en una actuación, para el olvido, no impuso la sanción que le correspondía al autor de esa majadería.
Por eso resulta indispensable, que se adopten las medidas pertinentes, para evitar que hechos bochornosos como el ocurrido, conviertan en un circo el juicio a Fujimori Fujimori.
La ciudadanía y la prensa independiente tienen la obligación de evitar que eso suceda. Las comtemplaciones para quien tuvo contemplaciones, no para quien ordenó matar a los rendidos, según información llegada de Estados Unidos y que consta en documentos desclasificados en los últimos días.