jueves, 26 de junio de 2008

El hombre que nunca aprendió de los refranes

Los refranes siempre han sido una muestra indudable de sabiduría popular.
Se repetían de generación en generación y su mensaje claro y oportuno nunca fue motivo de cuestionamiento, sino por el contrario suscitaba admiración, por su evidente sentido de veracidad y concordancia con la realidad. Pero lo que más llamaba la atención, era su permanente frescura y actualidad.
Sentencias como " En boca cerrada no entran moscas" o " No por mucho madrugar se amanece más temprano" o " Quien siembra vientos, cosecha tempestades", reflejan de manera directa, mensajes que constituyen inapelables verdades, que la gente de buen juicio respeta y acepta como muestra de un conocimiento simple y profundo que la modernidad no puede desterrar.
Sin embargo, llama la atención que personas que se supone gozan de grandes conocimientos y merecimientos de todo tipo, no tengan ninguna mesura, cuando se trata de hablar, pues hablan sin ninguna limitación y llegan a extremos increibles, tanto en ofrecimientos o aseveraciones que después resultan incapaces de cumplir.
En el Perú, el presidente García que nunca deja de sorprendernos, ha pedido a la población de las diferentes regiones del país, que si los presidentes regionales o los alcaldes no cumplen con hacer obra a pesar de contar con los recursos, se dirijan a sus casas para exigirles que se pongan a trabajar o que devuelvan el dinero al gobierno central , para que el ente gubernamental, se encargue de hacer los trabajos que resulten necesarios.
Me da la impresión que esa actitud triunfalista y amenazante puede generar muchos conflictos en el futuro, estoy seguro que el presidente García no ha tomado en cuenta la vieja conseja que señala, que quien siembra vientos cosecha tempestades.

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