miércoles, 2 de abril de 2008

QUE LA AUSTERIDAD NO SEA PRETEXTO PARA HACER EL RIDICULO

El gobierno del presidente García al iniciar su segunda presidencia, inauguró con bombos y platillos una época de austeridad.
Como primera medida de esa disposición, se rebajaron los sueldos de los funcionarios públicos, empezando por el del primer mandatario.
De inmediato, el presidente recomendó la venta del avión presidencial en vista de que su mantenimiento resultaba demasiado oneroso y empezó a utilizar para sus viajes dentro y fuera del país, los servicios que ofrecían las líneas comerciales, logrando de esa manera importantes ahorros en gastos operativos de la aeronave.
Sin embargo, me llama poderosamente la atención, lo publicado por el Diario Perú 21 en el sentido que un presidente regional que había asistido con otros presidentes de regiones a una reunión de trabajo con el presidente García, en palacio de gobierno y que había tenido una duración de once horas. Al salir de la reunión, dicho funcionario, manifestó que sólo se les había invitado un sanguche de jamón del país, una coca cola y un postre de pan. La verdad es que no podía creer lo que se ha publicado y se me hace muy difícil aceptarlo.
Me parece que la austeridad es una buena medida, pero cuando llega a los extremos que ha consignado Perú 21, en su edición del 2 de abril del 2008, se convierte en algo tan rídiculo, que en lugar de hacerle bien al presidente García, hace que su imagen se deteriore, pues ante los ojos de todos queda como un hombre miserable y estoy seguro que no lo es.

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