Defender por defender

En los últimos tiempos cada vez que se habla de Carlos Arana siempre surge el nombre de Augustín Mantilla. Parece que son amigos de mucho tiempo.
Si bien es cierto que ser amigo de Mantilla no es ningún pecado, desde el punto de vista político en la actualidad, tener ese tipo de amistades resulta lo menos aconsejable para un político.
Mantilla es un hombre muy conocido en los predios políticos peruanos , especialmente en los de su ex partido y también en el poder judicial, que lo condenó a prisión efectiva por haber recibido de Vladimiro Montesinos la suma de US$ 30,000 ( treinta mil dólares americanos) en la salita especial del Servicio de Inteligencia Nacional. El hecho fue filmado para la posteridad en uno de los vladivideos , que son testimonio de la corrupción que vivió el Perú durante el gobierno del ex presidente Fujimori Fujimori.
Como es sabidoMantilla, desempeñó puestos de mucha importancia y responsabilidad en el poco afortunado primer gobierno del president6e García.
Antes de su paso por la burocracia estatal, fue secretario del candidato a la presidencia de la república, y cuando Alan García fue elegido para la primera magistratura, lo designó vice ministro del interior y posteriormente ministro de ese mismo portafolio.
Como todos los hombres que de alguna manera han tenido poder y permanecen muy cerca de las esferas oficiales, Mantilla aún dispone de muchos entusiastas seguidores para intentar un retorno a la vida política partidaria, pues el partido aprista del que fue secretario general lo expulsó de sus filas hace algunos años, como consecuencia del escándalo ocurrido por recibir dineros de Montesinos.
A pesar de todos esos antecedentes que fueron públicos y notorios y que todavía permanecen en el recuerdo de la mayoría de peruanos, la señora ministra de la mujer al pretender defender el nombramiento del señor Carlos Arana como director de Foncodes, no ha tenido ningún reparo en calificar a Augustín Mantilla como un hombre honorable, a pesar de que todo el país, conoce de sus andanzas por los pasillos del servicio de inteligencia nacional, en plena dictadura fujimorista.
Sería bueno que la señora ministra de la mujer considere que defender por defender no da buenos resultados.